Los vídeos son los reyes del contenido de Internet, con permiso de los memes. El 95% de los usuarios de la red reproducen vídeos de forma habitual, según el último “Estudio anual del vídeo online” de la IAB, y pasan de media una hora al día consumiendo este tipo de contenido. Además, los pronósticos indican que esta tendencia continuará en los próximos años; en el 2021 este formato representará el 82% del tráfico total de Internet, ¡casi nada!
Cuando se trata de conectar con el consumidor final las empresas lo tienen claro: el vídeo es la forma más directa de provocar emociones y crear una conexión con la marca. Los anunciantes están tan seguros de ello que en 2022 la inversión en este formato se duplicará (según Juniper Research). A pesar de todo, y con los datos en la mano, parece que nos cuesta asociar el vídeo a las estrategias de marketing B2B. Craso error.
El vídeo no es solo un medio para conectar emocionalmente con los clientes finales, también es una forma directa y entretenida de comunicar ideas complejas. Por eso es un gran aliado para cualquier estrategia de venta B2B.
El contenido en vídeo sirve para las campañas de Branding, pero también es adecuado para campañas de captación. Según Invisia Technologies, incluir un vídeo en una landing page puede incrementar la conversión hasta en un 80%. Tampoco se quedan atrás en las campañas de venta. El 90% de los consumidores admite que los vídeos les ayudan a tomar decisiones de compra (Forbes).
Pero producir un vídeo no te va a ayudar mágicamente a mejorar los resultados de tu empresa. Para conseguirlo, esta pieza debe formar parte de una estrategia global con objetivos claros y medibles (objetivos SMART).
Un vídeo nunca puede ser un fin en sí mismo, debe ser un medio para alcanzar dicho fin. Es decir, el planteamiento “quiero un vídeo para mi empresa” no es el más adecuado. Tu foco tiene que estar puesto siempre en los objetivos. Por ejemplo:
Como hemos visto un vídeo te puede ayudar en las diferentes fases del funnel de compra. Si te has decidido y quieres integrarlo en tu estrategia, te damos las claves para desarrollar una pieza pensada para convertir.
La producción de un vídeo puede ser una labor abrumadora. Sobre todo si nunca hemos desarrollado un proyecto de este tipo. Para garantizar el éxito, desde BySidecar aconsejamos afrontar la tarea como todo proyecto de marketing: aplicando la metodología Inbound y haciendo caso a lo que nos dicen los datos.
1. Analiza tu Buyer Persona
Ahora que tienes claro el objetivo a alcanzar con tu estrategia de vídeo marketing, es el momento de pensar a quién nos vamos a dirigir. Si ya conoces a las buyer personas de tu negocio ya habrás recorrido la mitad del camino. Si no es así, tienes deberes: utiliza los datos de tus actuales clientes para modelizar un usuario tipo. Piensa cuáles son sus motivaciones, sus necesidades y cómo puede ayudarlo tu empresa. Cuando conozcas a tus clientes potenciales, será mucho más fácil dirigirte a ellos.
2. Decide el enfoque del vídeo
Ahora que ya sabes cómo motivar a tu comprador potencial, estás preparado para encontrar la mejor forma de transmitir esa idea. Encuentra un mensaje fuerte, potente y directo. Te aconsejamos que eches mano de perfiles creativos para decidirlo.
3. Plantea un presupuesto realista y elige el tipo de vídeo
Tu presupuesto determinará en gran parte el tipo de vídeo a realizar: de animación, con imágenes de stock, tipo tutorial con personal de tu empresa o más profesional con actores y rodaje en exteriores. Pero el económico no debe ser el único factor que te motive a tomar esta decisión. Ten en mente siempre a tu buyer persona y pregúntate qué formato va a llamar más su atención.
4. Desarrolla el guión, prepara el storyboard y el plan de grabación
Enfoque, presupuesto y público objetivo. Es todo lo que necesitas para desarrollar un guión efectivo. Cuando haya consenso al respecto, prepara un storyboard y un plan de grabación si fuera necesario.
5. Grabación y Montaje
Llega la parte más divertida: grabar y montar. Verás cómo tu producción va tomando forma y no hay nada más satisfactorio que eso. Puede parecer que el trabajo ya ha finalizado pero, con las piezas listas, solo estamos en el ecuador de este viaje. Hay que mostrarle tu creación al mundo y empezar a observar los resultados.
6. Plan de difusión
Con un precioso vídeo en el escritorio de tu ordenador está claro que no alcanzarás ningún objetivo. Prepara un buen plan de difusión, haz que tus buyer personas lo vean y prepárate para medir los resultados.
7. Medición de resultados y optimización
Los datos de tus campañas te servirán para saber qué perfil responde mejor a qué tipo de contenido audiovisual. Mejora tus piezas, combínalas con diferentes copys y nunca dejes de optimizar. ¡Filosofía CRO baby!
¿Preparado para incluir el vídeo en tu estrategia B2B?