¿Todo el mundo sabe diseñar? Tips para hacer triunfar tus ideas creativas

Doa Rodríguez

Digital Designer, (más bien la Queen del Illustrator)

¡Todo el mundo sabe diseñar! ¿No te lo crees? Desde el equipo de diseño de Bysidecar lo tenemos claro, aunque nos la estemos jugando con nuestro jefe al confesarlo.

Para que no haya drama, mejor nos explicamos. No nos referimos a elegir colores y tipografías (aunque la gente cree que también sabe de eso), nos referimos a diseñar de verdad.

Diseñar es una habilidad, es una configuración mental que se aprende a medida que se ejecutan procesos y procesos. Diseñar es saber buscar soluciones creativas a problemas, cualquier tipo de problema. Y eso, aunque no seamos conscientes, lo hacemos todos a un mayor o menor nivel en el día a día.

Bien, todo el mundo sabe diseñar en alguna medida. ¿Eso significa que todo el mundo puede ser diseñador? Pues no, realmente no (menos mal 😅).

Para empezar, un equipo de diseño en una agencia digital como Bysidecar es un equipo creativo. No es que maquetemos textos y elijamos fotos, que también; y no es que nos pasemos el día viendo creatividades y criticándolas para decir cuáles son las mejores según nuestra opinión, que también.

 

Diseño y arte, ¿asuntos distintos?

 

“Diseño y arte son asuntos distintos” como dice uno de nuestros dioses diseñadores, Milton Glaser.

 

El diseño pretende ser funcional, está pensado para un producto, empresa o servicio; y el arte es creado en base a la emoción del artista para provocar emoción en el espectador. Así que no se trata de si un color nos gusta, o una fotografía nos encaja mejor, no se trata de nosotros, sino de nuestro público.

¿Qué hacemos entonces los diseñadores? Aportamos ideas, específicamente pensadas para solucionar problemas concretos. Y sí, es en relación directa a lo visual, los colores, las formas, los espacios, las tipografías… Pero no solo sabemos de eso (que ya es bastante) también sabemos de comportamiento humano, de sociedad, de grupos, de comunicación, de pensamiento crítico, de cultura y de tecnología.

Recopilando todo eso que sabemos y siendo conscientes de que una sola persona no puede saber de tooodo, ¿cómo puede ser que los clientes además de saber de lo suyo sepan de lo nuestro? Y quien dice cliente dice el compañero de la esquina de Contenidos, la de Marketing y el de RRHH.

Y es que el cliente a veces es artista, diseñador y consejero, sabe qué quieren sus clientes y cómo lo quieren; y lo único que necesitan son unas manos que hagan tal cual lo que pide.

Si quieres ayuda para defender tu trabajo y no desesperar, aquí van nuestros 5 tips para diseñadores que se encuentran con Clientes Todólogos:

  1. Sé consecuente; ten siempre claro que tú eres diseñador, que tu criterio está entrenado y no se basa en tu propia preferencia personal. Tienes un montón de razones técnicas para hablar de los elementos que componen tus diseños, ¡así que úsalas!

  2. A veces hay que ponerse en el lugar del cliente que se pone a la defensiva. A veces cuesta no rechazar ideas nuevas que “dan miedo”, hay que tratarlos con cariño, explicar y convencer. A veces hay suerte y llegáis a un sentido común, a veces no.

  3. Experimenta, hay que ser valiente y estar seguro de uno mismo y de nuestras ideas, por muy locas que sean. Recuerda que las ideas innovadoras asustan y que el cliente no te puede ver dudar de ellas. Cuando tienes algo claro, ve con todo.

  4. Aprende a dejarte llevar, si no te creen, si no logras convencer busca a otros clientes para desarrollar tu potencial creativo y hacerlos crecer. No te rindas por no haber encajado con cierto cliente concreto y plantéate cómo vender mejor tu idea la próxima vez.

  5. Vende fácil para el cliente, en tu explicación “disfraza” las ideas nuevas relacionándolas con otras que ya existan y sean referente. Además, ten cuidado en no enseñar cosas antes de tiempo, el producto debe estar cerrado para que el cliente lo entienda y no escape de primeras.

Y diréis… “gracias, pero… estos tips son obvios, ¿no?”. Pues sí, y aún así los diseñadores hemos asistido a mil reuniones de las que salimos diciendo “qué pena, esa idea pudo venderse mejor” o “lástima, era buena pero quieren seguir como están”. Para que no suceda eso lo mejor es acercarse al cliente, ser consciente de lo que os diferencia e intentar entenderlos y que ellos os entiendan.

Así que en primer lugar, recordad que esto no es una competición, por mucho que los clientes Todólogos se empeñen. De hecho, muchas veces los Todólogos no saben que lo son, e incluso niegan ser de esos, creen que dejan libertad, pero es porque cuidan a su marcas como a bebés y no les dejan crecer tranquilas.

Y en segundo, recordad, si quieren que esas marcas crezcan les hacemos falta. No como una respuesta inmediata, pero las decisiones a corto plazo hay que tomarlas pensando en que tengan un sentido y un fin a largo. Cada pequeño punto de contacto con los usuarios es un problema que nosotros podemos solucionar.

Todo el mundo sabe diseñar, pero no nos pasemos. 😜

 

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