Una de las estrategias más efectivas a la hora de mejorar nuestra conversión online es la utilización de campañas de remarketing. Esta técnica nos permite seguir nutriendo a los visitantes de nuestra página web mostrándoles anuncios cuando navegan por Internet o visitan alguna red social. No consiste en llegar a nuevos usuarios, sino en reconectar con gente que ya conoce nuestra marca, impactándolos con anuncios cada vez más personalizados para animarlos a avanzar en nuestro embudo de marketing.
Con una buena estrategia podemos conseguir repescar a aquellas personas que se quedaron por el camino y no completaron un proceso en nuestro sitio web, mejorando nuestra tasa de conversión y nuestro ROI, ya que no gastaremos tiempo y recursos en captar nuevos leads, sino que optimizaremos los ya captados, ayudándolos a avanzar por nuestro funnel.
Una vez que tenemos a nuestros usuarios identificados a través de las cookies que nos informan sobre sus hábitos de navegación, toca diseñar nuestra estrategia de re-impacto. Uno de los primeros pasos es trabajar bien la segmentación de los usuarios identificados para no perder oportunidades. Podemos segmentar nuestra audiencia dependiendo de qué tipo de acción hayan realizado en nuestra web o del producto que hayan consultado en la tienda.
En primer lugar, debemos distinguir los dos tipos principales de remarketing con los que contamos: el remarketing estático y el remarketing dinámico. Se diferencian en que, mientras el estático muestra un modelo fijo, con el remarketing dinámico podemos mostrar anuncios personalizados a cada usuario, basándonos, por ejemplo, en los productos que ha estado consultando. Es decir, que si ha estado buscando camisas hawaianas, podemos mostrarle nuestros últimos modelos vintage.
Para organizar nuestra captación debemos tener en cuenta estos consejos:
Una estrategia de remarketing puede ser nuestra mejor aliada a la hora de captar usuarios perdidos y convertirlos en clientes. No gastamos nuestros recursos en captar nuevos usuarios, sino que mejoramos el contacto con los que ya nos conocen e intentamos que avancen por nuestro funnel. Lo positivo de este tipo de estrategias es que son mucho más efectivas que otro tipo de campañas de captación, y creamos una mejor relación con nuestros potenciales clientes.
Se trata de optimizar la cualificación de las visitas, trabajar nuestra relación y contacto con los usuarios y segmentar y personalizar los contenidos que ofrecemos para hacerlos atractivos. Gracias a la capacidad de segmentación de las herramientas de remarketing, los anuncios llegan a las personas adecuadas en el momento adecuado.
Por ejemplo, impactando a usuarios que han abandonado un proceso de la compra volviéndolos a meter en el funnel. En definitiva: aprovechar la información y los usuarios con los que ya contamos para impactarlos de una manera más eficaz y generar una mayor tasa de conversión.
A la hora de diseñar nuestra estrategia de remarketing o retargeting, existen varias plataformas a las que podemos recurrir y que nos facilitarán nuestro trabajo:
Lo tenemos claro: el remarketing es la herramienta definitiva para mejorar la tasa de conversión de tu negocio online. Te damos las claves para que diseñes tu nueva estrategia, ahora sólo queda evaluar tus necesidades y posibilidades e incorporar estos tips. Se trata de no perder ninguna oportunidad de negocio, de ahorrar esfuerzos en captar nuevos clientes y optimizar los que ya han entrado en contacto con nuestra marca. No queremos llegar a un montón de usuarios que no estén realmente interesados en nuestros productos o servicios, sino que queremos impactar a aquellos que sí tienen una intención de compra o, al menos, ya nos conocen. De esta manera mejoraremos la estructura de nuestro funnel de ventas y seremos capaces de enriquecer nuestras bases de datos y poder ofrecer a nuestros potenciales clientes el contenido que necesitan y adaptar nuestros anuncios y mensajes haciéndolos más efectivos.